David Byrne. Un artista real en Monterrey
Via ABC Noticias MX
Por Homero Ontiveros
David Byrne es uno de los artistas más completos en la actualidad y tenemos el privilegio, porque eso es, de que se presenta hoy jueves en la ciudad de Monterrey.
Para quien no lo conozca, se trata del líder y fundador de la banda Talking Heads con quienes marcó huella dentro del punk, new wave y post punk, aunque también se les acomoda dentro del art pop, una corriente donde hay experimentación de ritmos y elementos estéticos que complementan un concepto que trasciende a lo musical.
Pero además de músico, Byrne también es director de cine, escritor, fotógrafo, artista multimedia, curador de arte y hasta promotor del ciclismo urbano. Es decir, hablamos de una personas que utiliza el arte no sólo como un medio de expresión sino una fuente de creación y, por ende, de trabajo, además de usarlo como un vehículo de apreciación del entorno individual y colectivo.
Y es que un artista es eso, alguien que va recogiendo momentos de la historia para interpretarlos y ofrecernos una visión distinta de la realidad a través del arte. Un artista es un intérprete del presente, pero además una especie de historiador que guarda fragmentos de una época dentro de una obra artística.
Por ejemplo, leyendo el libro “Diarios de Bicicleta” de David Byrne, me di cuenta de lo importante que es el urbanismo para entender parte de la vida en sociedad. Hay un párrafo donde menciona que la creatividad toma impulso cuando la gente se relaciona, cuando coincide en bares, cafés y se crea cierta idea de comunidad, pero esto se ve mermado cuando los lugares céntricos comienzan a elevar sus costos de alquiler, entonces, como resultado, disminuye la mezcla de diferentes tipos de gente, lo cual resulta perjudicial para la creatividad porque la gente creativa comienza a desperdigarse.
Cuando leí eso pensé en el caso del Barrio Antiguo, y si se quiere ser más específico, en lugares como el Café Iguana o La Tumba en la ciudad de Monterrey. Muchos músicos que formamos parte de bandas nos conocimos ahí, si no de manera directa, por amigos en común. Muchos proyectos artísticos nacieron en esa zona justamente por la convergencia que había de personas creativas. Esto fue notorio cuando vino la inseguridad en el 2009 y por consecuencia el cierre del Café Iguana. Se tuvieron que abrir algunos lugares en San Pedro, otros en San Nicolás, y en Monterrey, pero ninguno fructificó precisamente porque se trataba de pequeños grupos dispersos. Ahí entendí la importancia de que existan lugares con una cierta concentración para que una escena o movimiento pueda desarrollarse.
Un ejemplo más de esto último es el Garage, un lugar que albergó a lo que me atrevo a llamar fue la primera escena Indie de Monterrey.
Cuando Byrne escribe su libro “Cómo funciona la música”, señala que ésta puede alterar profundamente nuestra forma de ver el mundo y nuestro lugar en él. Escucho su más reciente disco, “American Utopia”, donde hace un crítica fuerte hacia la sociedad americana, y canta que no puedes pensar en el mañana cuando este se ve muy lejano, y que la verdad no significa nada si no tienes dinero en efectivo. No es una canción que me guste (I dance like this), pero sí una que me deja pensando.
Por eso la figura del artista va mucho más allá de lo estético; no se trata solamente de “me gusta” o “no me gusta” sino también de la perspectiva que nos muestra del mundo, de la realidad. Es decir, no es necesario que a usted lector le tenga que gustar la música de David Byrne para que ésta le diga o provoque algo. Porque, como lo menciona en el libro anteriormente citado, “La música puede ayudarnos a superar momentos difíciles de la vida, cambiando no sólo cómo nos sentimos por dentro, sino también cómo sentimos todo lo que nos rodea”.
He ahí la relevancia de que un artista como Byrne visite nuestra ciudad, y he ahí la necesidad de tener un diálogo íntimo con él y su música, porque al salir del concierto, seguramente y para bien, algo en nosotros habrá cambiado. Porque después de encontrarse de frente con el arte y con el artista, el real, nunca volveremos a ser los mismos.